Hay días, que por muy rodeado de gente que estés, te sientes solo, sin ni siquiera saber por qué.
Días en los que únicamente apetece tirarse en la cama a escuchar música triste, que hable de nuestra historia, y
ahogarnos en un mar de lágrimas, sin que nadie nos escuche, mezclando muchos sentimientos a la vez, que nos hacen
tocar fondo en muchísimas ocasiones.
Justo en esos días, es cuando más oscuro lo vemos todo, y en los que cualquier tontería insignificante nos desquicia..
Pero, yo he encontrado la manera de combatir esa tristeza y ese sentimiento de soledad que nos invade de vez en cuando.
¿Que cómo? Pues és bien sencillo... Cierra los ojos tan solo un momento. Piensa en aquellas personas que siempre han
estado a tu lado, que sabes que siempre seguirán ahí, y piensa en todo un futuro que queda por delante, todos los
mundos nuevos y sensaciones que quedan por experimentar y descubrir, y piensa, que todo, y absolutamente todo tiene
solución mientras estés en vida.
Sencillamente, trata de sacarte atí misma la mejor de las sonrisas, porque no hay elemento más bonito del ser humano
que la capacidad de sonreir y ser feliz.